Sí yo hubiera sabido que era así…
Desde el primer momento,
el procedimiento para solicitar una carta aval mostraba deficiencias.
Para empezar, las imágenes eran tan borrosas que no se podían
leer.
En efecto, la compañía seguradora solicitó copias legibles.
Vuelta atrás con el médico tratante. Por favor, escanee con
PDF.
Llegan los documentos y la aseguradora destaca que los
documentos, además de ser insuficientes no muestran las credenciales del médico.
El asegurado le explica al médico la situación.
A la tercera va la vencida y, finalmente, la aseguradora recibe los documentos completos y emite, en cuestión
de horas, la carta aval.
Solicita a tu asesor que te explique los beneficios de tu
póliza y que debes hacer en caso de que sea necesario usarla. Además, lee el
contrato e involúcrate con la protección que has adquirido.