Hacen referencia la realidad que estamos
empezando a experimentar a raíz de la cuarentena a las que nos ha obligado la
pandemia del COVID-19.
Por primera vez, padres e hijos están en
casa cumpliendo con sus deberes, trabajar y estudiar. Encerrados en sus hogares
se hacen una rutina y dividen los espacios en la búsqueda de la mayor “tranquilidad”
para cumplir con sus actividades.
Las compras a distancia con servicio de
entrega son parte del día a día.
Es tanto el tiempo “cuidándonos en casa”
que empezamos a requerir de otros bienes y servicios, más allá de alimentos y
medicinas, como el corte de cabello o la atención del odontólogo.
Las empresas, desde pequeños
emprendimientos hasta las más grandes, han hecho cambios para mantener sus
operaciones. Zoom forma parte de las herramientas para trabajar y nos
arreglamos, al menos, de la cintura para arriba, para estar presentables en
nuestras reuniones.
Una encuesta reciente de Gartner revela
que 74% % de las empresas (USA) planean cambiar permanentemente a más puestos
de trabajo remotos en vista del éxito logrado con el desempeño de sus trabajadores
desde sus hogares.
Encontramos experiencias exitosas en las
empresas de seguros, mi mundo profesional, que han actuado rápidamente, movidas
por el interés de seguir cumpliendo con el objetivo de garantizar la atención médica
inmediata a sus asegurados. Todo el proceso, desde la solicitud de una póliza
hasta su emisión, ha sido digitalizado y el personal está recibiendo
entrenamiento continuo para lograr altos niveles de calidad, trabajando desde
casa.
Comprender que el pasado reciente ha quedado atrás, la realidad ha cambiado y adaptarnos al new normal, con mayor o
menor velocidad, es decisión de cada uno de nosotros.