En nuestra sociedad
se hace mucho énfasis en la creación de patrimonio y en aprender a multiplicarlo.
La mayoría de las personas sueña con tener casa, carro, empresa, inversiones en
varios negocios y muchos activos más.
Sin embargo, se habla
poco de la protección de ese patrimonio, adquirido a lo largo de los años con
esfuerzo, dedicación y constancia, al olvidar que existen riesgos que lo pueden
volver sal y agua en muy poco tiempo.
Una enfermedad grave,
la partida del jefe de familia o la caída aparatosa de los mercados bursátiles
pueden dejar en la ruina a una familia si no se ha protegido apropiadamente los
componentes importantes del patrimonio familiar.
La protección
patrimonial puede hacerse, en función de los riesgos, de varias maneras:
a)
Aplicar medidas preventivas como una alarma
de incendio en la empresa
b)
Asumir los riesgos menores como el daño
del celular o la laptop
c)
Transferir a un tercero los riesgos
mayores que pondrían en riesgo el patrimonio familiar como el fallecimiento
temprano de un padre de tres niños en edad escolar.
¿Has evaluado como
está protegido tu patrimonio?