Carlota,
una profesional que optó por quedarse en casa al cuidado de los niños mientras
estaban pequeños, está consciente de que es momento de regresar al campo
laboral. Tiene el apoyo de su marido y sus hijos quienes la alientan a empezar
una nueva etapa en su vida, esta vez como emprendedora. No obstante, siente un
gran temor al fracaso lo que le ocasiona angustia y le resta energías, las
cuales necesita para lograr llevar a buen fin su idea de negocio.
Muchos
ven en el fracaso su incapacidad para llevar a cabo una acción de forma exitosa. Otros lo reconocen como un paso que los
acerca a su objetivo. Mientras que los
primeros se paralizan ante la sola idea de que las cosas salgan mal, los segundos
saben que con cada intento están adquiriendo experiencia y conocimiento que
serán de utilidad en el futuro.
La
decepción puede llevar a personas con una gran idea a no desarrollarla con lo
cual la comunidad no disfrutará de lo que podría ser una excelente solución a
un gran problema. Puede ser un detonante para que personas talentosas detengan
su creatividad porque en el primer intento la realidad estuvo lejos de sus
estimaciones. Que diferente sería el mundo si Thomas Alba hubiera pensado que
cada uno de los mil intentos que hizo
para inventar el bombillo incandescente era un fracaso.
El
fracaso no se elige, sucede. Sin embargo, podemos decidir cómo actuar y que
herramientas utilizar para superarlo y dejarlo atrás como una parte de nuestras
experiencias. Steve Jobs fue despedido de la empresa que creó, Apple y, en lugar de refugiarse en su frustración,
decidió comenzar de nuevo y fundó Next y Pixar, transformando así su un mal
momento en un escalón hacia los grandes éxitos
que alcanzaría después.
Es
posible aprender de la forma en que los triunfadores enfrentan las experiencias
negativas y transforman sus fracasos en victorias. Reconocen que es parte de
sus vidas y mantienen una actitud positiva ante la posibilidad de que vuelva a
ocurrir Asumen la responsabilidad de lo que hacen y aprenden de sus errores. Siguen
arriesgándose y encuentran en la acción el antídoto para reducir el miedo. Mantienen
su capacidad de soñar con los pies bien puestos en la tierra.
Carlota
escucha las palabras de su esposo e hijos quienes le recuerdan cuanto los ha
apoyado cada vez que han fallado y cómo los ha ayudado a levantarse y seguir
adelante. Esto la motiva a poner una fecha para el comienzo de su nueva etapa
como emprendedora de su propio negocio. Sabe que por momentos fracasará y
tendrá ganas de abandonar y, en esos momentos, debe tener presente que el
camino es largo y debe recorrerlo para saborear el éxito.
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