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Como yo, que no soy deportista, cuido mi salud



Confieso que mi espíritu deportivo consiste más en ver un juego de tenis que en practicar algún deporte. En bachillerato, el único día que jugué volibol, salí con dos dedos hinchados.

Sin embargo, lo he intentado.

Fui al gimnasio durante varios años hasta que le perdí el gusto.

Después conocí a unos montañistas apasionados y quise entrenarme para ir a Mérida y mis rodillas solo me dejaron llegar hasta el Hotel Humbold.

Me dediqué a caminar a paso rápido y un día troté. El propio momento ajá. ¡Qué sensación tan divina!

Empecé a correr de forma disciplinada y me sentí deportista de verdad por primera vez en mi vida. Entrenaba varias veces a la semana y participaba en cuanta carrera había. Tenía una meta: el maratón de Nueva York.

Hasta que mi columna empezó a molestar y tuve que dejar el único deporte al que hubiese dedicado, con todo el gusto, buena parte de mi tiempo.

Cuando entré al mundo de los seguros miré de otra forma la importancia de cuidar la salud y empecé a hacer actividades menos intensas con constancia.
Volví a la caminata matutina y, de vez en cuando, una clase de yoga.

Y un día me encontré sin esa libertad de salir de casa y pasé varias semanas de receso hasta que me documenté con mis amigas acerca de lo que estaban haciendo para mover el cuerpo.

Descubrí que en youtube podía entrar a clases de yoga y ejercicios, así que me puse en acción y los viernes los dejé para bailar.

Adicionalmente, entiendo que los años no pasan en vano y procuro comer de forma balanceada, dejando las chucherías para los fines de semana.

No soy una miss, sin embargo me siento bien que es lo mejor de todo esto.
¿Cómo te cuidas tú?

¿Qué actividades físicas estás haciendo por tu buena salud?


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