A Carlota le agrada la idea de que a su hija Nora le hayan
asignado como tarea de 4to. grado una investigación acerca de las tarjeta de
crédito y los buenos y malos usos que se les puede dar. Junto con su esposo se
ha propuesto impartir a sus hijos cultura financiera para que desde niños
comprendan que el dinero puede ser un gran aliado en sus vidas sí lo usan de
forma racional y se habitúan a guardar una parte para el momento de la vejez
que, aunque luzca lejana, algún día les tocará las puertas.
La tarjeta de crédito es un instrumento financiero mediante
el cual se pueden efectuar pagos en cualquier establecimiento que la acepte. Es
una línea de crédito que ha otorgado una
institución financiera al titular de la misma y, como tal, genera gastos
administrativos, de financiamiento y mantenimiento. Es una forma de pago como
el efectivo, un cheque o una tarjeta de
débito con la diferencia de que al
usarla se genera una deuda bancaria.
Antes de disponer de la tarjeta de crédito y, con la
intención de sacar el mayor provecho de ella, es primordial conocer la fecha de
corte, el monto de línea de crédito disponible y la tasa de interés por
financiamiento. Si se cancela el consumo que hicimos con ella antes de la fecha
de corte, evitaremos incurrir en costos financieros. Cuando la fecha de corte
es el día 3 de cada mes, la mejor fecha para emplearla es a partir del día 4 de cada mes y sufragar el gasto antes del nuevo corte.
La tarjeta de crédito puede ser de gran utilidad para
cubrir emergencias o egresos inesperados como la reparación del vehículo o los
medicamentos de una afección repentina. También puede constituirse en una
excelente referencia a la hora de solicitar un crédito bancario. Sin embargo, manipulada
de manera incorrecta puede convertirse en un dolor de cabeza e incidir negativamente
en el flujo de caja personal por el impacto de las cuotas mensuales producto
del compromiso adquirido.
La tarjeta de crédito no es dinero en efectivo, no es una
extensión del sueldo sino un producto
financiero y, como tal, los pagos que se hagan con ella se convierten en una
deuda a una institución financiera. La tarjeta de crédito debe utilizarse con
cautela y reservarla para ocasiones especiales si no se cuenta con los fondos
que permitan permita cubrir las compras que se hacen con ella. Este instrumento
no se debe manejar para cubrir gastos no incluidos en nuestro presupuesto.
Una vez que Nora terminó su investigación, la cual incluyó
una encuesta a varias personas de su entorno, comprendió que las tarjetas de
crédito ofrecen muchas ventajas a las personas que saben usarlas. También
entendió porque sus padres le han hablado acerca de gente que se ha
endeudado tanto con ellas que luego no
tienen como saldar sus deudas ante el banco. Ya está lista para presentar este
tema ante sus compañeros de clases y responder
todas las preguntas que, seguramente, le harán.
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