Luis Ernesto estudia primer semestre de ingeniería electrónica y, desde que se graduó de bachiller, trabaja a tiempo parcial para adquirir experiencia laboral, cubrir parte de sus gastos y ahorrar para comprar un carro. Está consciente de la importancia para su Curriculum de las actividades que realiza además de estudiar y espera que esto le ayude para entrar a la empresa trasnacional a la que se ha postulado como pasante.
En el mundo actual en el que ambos padres se ven obligados a trabajar para mantener un hogar es normal que lleven a sus niños a realizar tareas dirigidas al salir de clases, como una forma de mantenerlos ocupados en lugar de estar sentados frente al televisor o la computadora. Las actividades extracurriculares son múltiples y van desde ayuda para estudiar hasta prácticas deportivas y artísticas y, al entrar a la adolescencia, incorporan labores de tipo social.
Los jóvenes, acostumbrados a vivir de esta forma, siguen este ritmo al llegar a la universidad y, con mucha frecuencia, se incorporan al mercado laboral mientras estudian. Es frecuente ver ofertas de empleo en las que se solicitan profesionales recién graduados con experiencia de dos a tres años. Y quienes hacen otras cosas además de estudiar tienen muchas más oportunidades de quedarse con los mejores empleos, cada vez más escasos, que quienes esperan a graduarse para trabajar.
Las tareas extraescolares ayudan a los muchachos a ampliar su visión del mundo, a fortalecer su sentido de responsabilidad y desarrollar su capacidad de interactuar con personas distintas a las de su entorno familiar y escolar. Hay dinámicas como los modelos de naciones unidas, las olimpiadas de matemática o química, exposiciones de inventos y competencias deportivas que preparan a la juventud para la práctica profesional y le añaden contenido a su Hoja de vida.
En principio, los padres exploran las distintas destrezas que puedan tener sus hijos. Es asi como van pasando por la práctica de distintas disciplinas hasta que tienen edad suficiente para elegir las que más les agradan. Los progenitores son responsables de procurar que sus hijos exploren distintos campos de acción y los apoyan cuando encuentran lo que les gusta, que, en muchos casos, puede convertirse en su profesión cuando llegan a adultos.
Luis Ernesto recuerda las actividades extraescolares que ha realizado desde niño. Practicó varios deportes y se quedó con el futbol, al culminar el bachillerato dominaba a la perfección el idioma inglés y siempre mostraba sus inventos en las ferias del colegio. Ahora que es estudiante universitario descubrió que estas pueden ser parte de su curriculum y fueron determinantes en su selección como aprendiz en una empresa internacional de gran renombre.
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga
http://finanzaspersonalesalinstante.blogspot.com/
En el mundo actual en el que ambos padres se ven obligados a trabajar para mantener un hogar es normal que lleven a sus niños a realizar tareas dirigidas al salir de clases, como una forma de mantenerlos ocupados en lugar de estar sentados frente al televisor o la computadora. Las actividades extracurriculares son múltiples y van desde ayuda para estudiar hasta prácticas deportivas y artísticas y, al entrar a la adolescencia, incorporan labores de tipo social.
Los jóvenes, acostumbrados a vivir de esta forma, siguen este ritmo al llegar a la universidad y, con mucha frecuencia, se incorporan al mercado laboral mientras estudian. Es frecuente ver ofertas de empleo en las que se solicitan profesionales recién graduados con experiencia de dos a tres años. Y quienes hacen otras cosas además de estudiar tienen muchas más oportunidades de quedarse con los mejores empleos, cada vez más escasos, que quienes esperan a graduarse para trabajar.
Las tareas extraescolares ayudan a los muchachos a ampliar su visión del mundo, a fortalecer su sentido de responsabilidad y desarrollar su capacidad de interactuar con personas distintas a las de su entorno familiar y escolar. Hay dinámicas como los modelos de naciones unidas, las olimpiadas de matemática o química, exposiciones de inventos y competencias deportivas que preparan a la juventud para la práctica profesional y le añaden contenido a su Hoja de vida.
En principio, los padres exploran las distintas destrezas que puedan tener sus hijos. Es asi como van pasando por la práctica de distintas disciplinas hasta que tienen edad suficiente para elegir las que más les agradan. Los progenitores son responsables de procurar que sus hijos exploren distintos campos de acción y los apoyan cuando encuentran lo que les gusta, que, en muchos casos, puede convertirse en su profesión cuando llegan a adultos.
Luis Ernesto recuerda las actividades extraescolares que ha realizado desde niño. Practicó varios deportes y se quedó con el futbol, al culminar el bachillerato dominaba a la perfección el idioma inglés y siempre mostraba sus inventos en las ferias del colegio. Ahora que es estudiante universitario descubrió que estas pueden ser parte de su curriculum y fueron determinantes en su selección como aprendiz en una empresa internacional de gran renombre.
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