“Este año se fue volando” me dijo mi mamá esta semana. Esta expresión se escucha con frecuencia a medida que se acerca el fin de año. Para muchos es motivo de alegría la inminencia del pago de las utilidades o aguinaldos al pensar en lo que harán con ese dinero. Los más sabios, planifican cuidadosamente, con suficiente anticipación, que uso darle para obtener un beneficio que perdure en el tiempo.
Se ha dicho mucho acerca de las prioridades a considerar en el momento de recibir las utilidades, especialmente en los últimos años, en los que se han convertido en la única entrada importante de efectivo, adicional al ingreso mensual. Esto es así porque se han reducido las bonificaciones por desempeño o resultados de gestión, producto de la crisis económica que ha venido afectando los salarios.
Sin duda, la actividad más importante para utilizar eficientemente los aguinaldos, es la Planificación. Esta comprende varias tareas que, en la medida en que se incorporan a nuestros hábitos financieros, se convierten en grandes aliados cuando queremos usar nuestros recursos con la esperanza de obtener retornos interesantes, aún en medio de una recesión económica.
El primer paso es la elaboración de una lista de lo que queremos y lo que deseamos, recordando que el ahorro debe estar siempre en primer lugar. Luego, evaluamos cuales alternativas agregan más valor a nuestras vidas. El deseo de una lavadora nueva que sustituya a una que está en muy buen estado, probablemente no sea tan útil como un equipo de aire acondicionado que brinde confort a nuestro descanso.
Una vez establecidos nuestros objetivos, asignamos cantidades de dinero a cada uno. Aquí nos daremos cuenta, en la mayoría de los casos, que los fondos son insuficientes, por lo que tendremos que hacer una nueva revisión para ajustarnos a la cantidad que recibiremos. Completada esta tarea, tenemos el presupuesto listo y procedemos a ubicar las mejores ofertas del mercado para hacer compras inteligentes.
Y, al recibir las utilidades, ejecutamos la segunda actividad más importante, la acción. Hagamos las compras o inversiones planificadas tan pronto como sea posible, para evitar caer en tentaciones que después nos harán lamentarnos. Imaginemos la sensación de satisfacción cuando, al terminar la época navideña, comprobemos que hemos cumplido con los objetivos establecidos para el uso de nuestros aguinaldos.
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga
http://finanzaspersonalesalinstante.blogspot.com/
Se ha dicho mucho acerca de las prioridades a considerar en el momento de recibir las utilidades, especialmente en los últimos años, en los que se han convertido en la única entrada importante de efectivo, adicional al ingreso mensual. Esto es así porque se han reducido las bonificaciones por desempeño o resultados de gestión, producto de la crisis económica que ha venido afectando los salarios.
Sin duda, la actividad más importante para utilizar eficientemente los aguinaldos, es la Planificación. Esta comprende varias tareas que, en la medida en que se incorporan a nuestros hábitos financieros, se convierten en grandes aliados cuando queremos usar nuestros recursos con la esperanza de obtener retornos interesantes, aún en medio de una recesión económica.
El primer paso es la elaboración de una lista de lo que queremos y lo que deseamos, recordando que el ahorro debe estar siempre en primer lugar. Luego, evaluamos cuales alternativas agregan más valor a nuestras vidas. El deseo de una lavadora nueva que sustituya a una que está en muy buen estado, probablemente no sea tan útil como un equipo de aire acondicionado que brinde confort a nuestro descanso.
Una vez establecidos nuestros objetivos, asignamos cantidades de dinero a cada uno. Aquí nos daremos cuenta, en la mayoría de los casos, que los fondos son insuficientes, por lo que tendremos que hacer una nueva revisión para ajustarnos a la cantidad que recibiremos. Completada esta tarea, tenemos el presupuesto listo y procedemos a ubicar las mejores ofertas del mercado para hacer compras inteligentes.
Y, al recibir las utilidades, ejecutamos la segunda actividad más importante, la acción. Hagamos las compras o inversiones planificadas tan pronto como sea posible, para evitar caer en tentaciones que después nos harán lamentarnos. Imaginemos la sensación de satisfacción cuando, al terminar la época navideña, comprobemos que hemos cumplido con los objetivos establecidos para el uso de nuestros aguinaldos.
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