Armando está contento. Está muy cerca de alcanzar un objetivo importante
en su trayectoria profesional. Desde hace varios años ha estado buscando un
grupo económico sólido que apoye su idea de un negocio gastronómico en las islas
del caribe y, finalmente, lo ha conseguido. Piensa que este es un buen momento
para hacer un balance de su situación financiera y así tener plena certeza del capital
con el que cuenta para seguir adelante con su carrera profesional y sus propósitos
personales.
Constantemente, las personas sueñan, desean y hacen planes y, en la
medida en que alcanzan los objetivos se imponen otros. Un adolescente quiere
ser artista y recorrer el mundo. A los cuarenta comercializa obras de arte y es
el sostén de un hogar con dos hijos. A los sesenta se prepara para su retiro
junto a su esposa, sin abandonar su galería de arte, mientras sus hijos
empiezan sus carreras profesionales.
En cada una de las etapas de la vida, es fundamental conocer nuestra
situación financiera, los recursos con los que contamos para hacer realidad
nuestros sueños. Si queremos invertir en un negocio, debemos contar con un
capital, producto de nuestros ahorros. Si el proyecto es hacer un una
especialización en el exterior, además del dinero, probablemente necesitamos
dominar otro idioma y cumplir con ciertos requisitos. Si el objetivo es tener
un hijo, hay que prepararse para su manutención.
Los expertos financieros recomiendan a las personas que tengan una
noción plena de su situación financiera personal. Esto va más allá de conocer
el saldo de ahorros y deudas. Es estar al tanto del valor de mercado de los activos como vivienda, terrenos,
inversiones. Es comprender la cobertura
de las pólizas, tanto de salud, incapacidad y vida como de vehículo. Es identificar
los valores de tu plan de retiro. Es tener idea de tu capacidad de
endeudamiento. En fin, es saber cuánto vales en términos monetarios.
El reconocimiento de tu situación financiera es imprescindible a la
hora de preparar una agenda en función de tus metas. Es la única forma de saber si tu nivel de ahorro es suficiente o el
de gastos es el adecuado. Mientras más sepas de tu situación financiera, más
oportunidades tendrás de aplicar correctivos para adecuarte al logro de tus objetivos.
SI la deuda de tu empresa representa un alto porcentaje de los ingresos,
probablemente no es el mejor momento para hacer una nueva inversión.
Armando se siente satisfecho por la forma en que ha usado el dinero,
producto de su actividad profesional. Ha invertido en su educación y
entrenamiento lo que le ha permitido tomar mejores decisiones. Ha sido
recursivo con los gastos, disciplinado con los ahorros y tiene un excelente historial
crediticio que le ha permitido acceder a financiamiento en cada nuevo
emprendimiento. Con el paso de los años reconoce que el conocer su situación
financiera le ha permitido aprovechar buenas oportunidades.
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