Mariela se considera una mujer afortunada, tiene un esposo y
dos hijos maravillosos, una familia a la que le profesa un gran amor, posee
buena salud, es una profesional de la arquitectura con una empresa exitosa y cuenta
con un nivel interesante de ahorros e inversiones. Dedica tiempo a actividades
personales como los deportes y eventos culturales y, además, apoya a una
organización que trabaja con madres adolescentes. Para ella, la alegría, los
pensamientos optimistas y el entusiasmo son su estado natural.
Mucho se ha discutido acerca de la felicidad que puede
proporcionar el dinero. Mientras algunas personas opinan que no tiene ninguna
incidencia, otras aseguran que es fuente de serenidad que permite a los seres
humanos realizar actividades que le brindan satisfacción como tomar vacaciones anuales
con la familia, realizar actividades diferentes
a las laborales, adquirir la casa soñada, brindar una buena educación a los
hijos o dedicarse a la profesión por la que se siente pasión.
Cuando una persona posee capacidad financiera suficiente
para cubrir las necesidades básicas de alimento, vivienda, ropa, salud,
educación, transporte y entretenimiento libera buena parte de las tensiones a
las que es sometida la mayoría de la población. Cuenta con una dosis importante
de paz mental para establecer objetivos en su vida y poner todo su esfuerzo en
el logro de estos sin las distracciones que ocasiona el no contar con
suficientes ingresos para cubrir sus necesidades elementales.
El sueño de disfrutar de una vida libre de sobresaltos
económicos es común a buena parte de la población, sin embargo la mayoría
desconoce cómo lograrlo porque no cuenta con educación financiera que le enseñe
a usar el dinero para construir un patrimonio personal, la importancia de
establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo, la elaboración de un flujo
de caja mensual y el ahorro. Mientras más temprano se aprenda sobre estos temas
mejor nivel de vida se disfrutará en el futuro.
Las personas que aprenden a manejar sus finanzas personales
utilizan racionalmente su dinero de forma tal que, en la medida en que
transcurre el tiempo, son capaces de construir un respaldo financiero para disfrutar
de calidad de vida, son capaces de alcanzar sus metas, cuentan con un fondo de
ahorros al cual acudir en momentos de emergencia y tienen la certeza de que
vivirán una vejez digna en la que están cubiertas sus necesidades primordiales
sin tener que depender de los hijos u otros familiares.
Mariela reconoce que la educación financiera que recibió de
sus padres le ha permitido construir un patrimonio personal a lo largo de su
vida que le brinda tranquilidad mental para visualizar sus metas y dirigir su
esfuerzo al logro de las mismas. Junto con su esposo ha enseñado a sus hijos
temas relacionados con las finanzas personales y se siente complacida al ver
que saben ahorrar, usan el dinero con mesura y establecen metas con la firme
intención de alcanzarlas.
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