Marisol y Emilia conversan acerca de sus prácticas de finanzas personales con la intención de intercambiar ideas para mejorar el uso que le dan a su dinero. Marisol quiere saber qué medidas tomó Emilia cuando se enfrentó a un gran endeudamiento debido a su afición a las compras compulsivas. Emilia, por su parte, quiere compartir con su amiga una de las herramientas que utilizó y que ahora muestra a todas las personas que estén en situación parecida a la que ella vivió.
La mayoría de nosotros soñamos con tener suficiente dinero para adquirir los bienes y servicios que consideramos necesarios para tener un buen nivel de vida así como para satisfacer nuestros deseos. Sin embargo, pocos analizamos los hábitos de consumo y, mucho menos, consideramos que pequeños cambios en la forma de utilizar nuestros ingresos nos darán oportunidades de ahorro. Medir nuestro estilo de comprar es muy sencillo y solamente se requiere de cierta disciplina para hacerlo.
Hay una manera muy fácil de evaluar como utilizamos el dinero y mostrarnos una imagen de cuáles son nuestros hábitos de consumo. Se requiere de un papel y un lápiz para activar al “Chismoso” que todas las noches nos dirá en que usamos nuestros ingresos y a que categoría, necesidad o deseo, corresponden los desembolsos realizados, bien sea con efectivo, tarjeta de débito, cheque o tarjeta de crédito. Incluso, se considera en esta lista a las deudas que se adquieren durante el día.
Al hacer esto diariamente durante, por lo menos un mes, tendremos un perfil de nuestro estilo de consumo. Cada semana revisaremos la información y sabremos si la compra estaba justificada, planificada o correspondió a un impulso del momento. ¿Era necesario adquirir ese par de “zapatos verdes” solamente porque estaban en oferta? Probablemente nunca nos los pondremos, pero obedecimos al deseo y no nos habríamos dado cuenta de ello si no hubiéramos realizado este control.
Este “chismoso” será una especie de espejo que nos traerá la fotografía de quienes somos. Y, lo mejor de todo, puede convertirse en nuestro mejor aliado, para hacer los cambios que queremos llevar a cabo para ordenar nuestras finanzas personales en función de nuestros objetivos y metas. Es una herramienta que está al alcance de todos y solamente requiere de sentido común y disciplina para activarla y disfrutar de los beneficios que nos puede ofrecer.
Emilia cuenta que al principio le costó reconocer su forma de actuar en cada visita que hacía a un centro comercial. Si no tenía efectivo, recurría a la tarjeta de crédito para aprovechar las ofertas. Tenía muchos “zapatos verdes” que no usaba. El “Chismoso” fue su gran aliado para mostrarle que despilfarraba su dinero en caprichos dejando para el final el cumplimiento de sus obligaciones. Ahora opina que si alguien lo necesita, no lo debe pensar dos veces para comenzar hoy el cambio de sus hábitos de consumo
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga http://finanzaspersonalesalinstante.blogspot.com/
La mayoría de nosotros soñamos con tener suficiente dinero para adquirir los bienes y servicios que consideramos necesarios para tener un buen nivel de vida así como para satisfacer nuestros deseos. Sin embargo, pocos analizamos los hábitos de consumo y, mucho menos, consideramos que pequeños cambios en la forma de utilizar nuestros ingresos nos darán oportunidades de ahorro. Medir nuestro estilo de comprar es muy sencillo y solamente se requiere de cierta disciplina para hacerlo.
Hay una manera muy fácil de evaluar como utilizamos el dinero y mostrarnos una imagen de cuáles son nuestros hábitos de consumo. Se requiere de un papel y un lápiz para activar al “Chismoso” que todas las noches nos dirá en que usamos nuestros ingresos y a que categoría, necesidad o deseo, corresponden los desembolsos realizados, bien sea con efectivo, tarjeta de débito, cheque o tarjeta de crédito. Incluso, se considera en esta lista a las deudas que se adquieren durante el día.
Al hacer esto diariamente durante, por lo menos un mes, tendremos un perfil de nuestro estilo de consumo. Cada semana revisaremos la información y sabremos si la compra estaba justificada, planificada o correspondió a un impulso del momento. ¿Era necesario adquirir ese par de “zapatos verdes” solamente porque estaban en oferta? Probablemente nunca nos los pondremos, pero obedecimos al deseo y no nos habríamos dado cuenta de ello si no hubiéramos realizado este control.
Este “chismoso” será una especie de espejo que nos traerá la fotografía de quienes somos. Y, lo mejor de todo, puede convertirse en nuestro mejor aliado, para hacer los cambios que queremos llevar a cabo para ordenar nuestras finanzas personales en función de nuestros objetivos y metas. Es una herramienta que está al alcance de todos y solamente requiere de sentido común y disciplina para activarla y disfrutar de los beneficios que nos puede ofrecer.
Emilia cuenta que al principio le costó reconocer su forma de actuar en cada visita que hacía a un centro comercial. Si no tenía efectivo, recurría a la tarjeta de crédito para aprovechar las ofertas. Tenía muchos “zapatos verdes” que no usaba. El “Chismoso” fue su gran aliado para mostrarle que despilfarraba su dinero en caprichos dejando para el final el cumplimiento de sus obligaciones. Ahora opina que si alguien lo necesita, no lo debe pensar dos veces para comenzar hoy el cambio de sus hábitos de consumo
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga http://finanzaspersonalesalinstante.blogspot.com/