Marisol empezó el día “con el pie izquierdo” como dice su mamá. Se levantó con un terrible dolor de cabeza, discutió con Fernando, su esposo, debió resolver una situación complicada en la oficina y de regreso a casa el carro de accidentó. Esto significa un hueco adicional en su presupuesto en un momento en el que su fondo para emergencias está en cero. Cuanto recuerda en este momento los consejos de su padre.
Normalmente, nuestros ingresos son insuficientes para satisfacer nuestras obligaciones, necesidades y deseos por lo que requerimos de herramientas que nos ayuden a establecer orden y prioridades en nuestra forma de gastar. Hablamos de un presupuesto de gastos, ahorro mensual y compras inteligentes, herramientas éstas que demandan una dosis de disciplina y buenos hábitos para su aplicación.
Dentro del presupuesto debe haber un espacio para formar un fondo de emergencias, el cual permitirá cubrir imprevistos como el daño de la lavadora, una emergencia médica o los gastos básicos mientras el jefe de familia consigue un nuevo empleo. A este fondo debe dedicarse cada mes una cantidad, aunque sea pequeña, para fortalecerlo y así sentir tranquilidad para dedicar nuestra energía al logro de nuestros objetivos.
El no contar con este “pote” para situaciones inesperadas genera angustia, ansiedad y empuja a la persona a tomar decisiones equivocadas. Las emergencias se convierten en tragedia, en la mayoría de las veces, porqué no hay dinero para enfrentarlas. Es así como el hecho de que el televisor o el calentador dejen de funcionar ocasiona frustración al no saber de dónde sacar recursos para pagar su reparación.
Muchos se preguntan por dónde empezar cuando el presupuesto ya es pequeño. Hay dos alternativas, reducir gastos y/o aumentar los ingresos. Mientras se consiguen más ingresos, la reducción de gastos siempre es posible con acciones como cambiar el gimnasio por las carreras, preparar las meriendas de los niños y convertir las celebraciones importantes en reuniones familiares en casa.
Mientras va camino a casa en una grúa Marisol se promete a si misma poner en práctica lo que dice su padre acerca de mantener una reserva que permita sobrellevar los imprevistos con la tranquilidad de contar con los recursos para pagarlos. Y esto es algo que debe conversar seriamente con su esposo para que, entre los dos, se brinden apoyo para adquirir disciplina en el manejo de sus finanzas personales
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga
Normalmente, nuestros ingresos son insuficientes para satisfacer nuestras obligaciones, necesidades y deseos por lo que requerimos de herramientas que nos ayuden a establecer orden y prioridades en nuestra forma de gastar. Hablamos de un presupuesto de gastos, ahorro mensual y compras inteligentes, herramientas éstas que demandan una dosis de disciplina y buenos hábitos para su aplicación.
Dentro del presupuesto debe haber un espacio para formar un fondo de emergencias, el cual permitirá cubrir imprevistos como el daño de la lavadora, una emergencia médica o los gastos básicos mientras el jefe de familia consigue un nuevo empleo. A este fondo debe dedicarse cada mes una cantidad, aunque sea pequeña, para fortalecerlo y así sentir tranquilidad para dedicar nuestra energía al logro de nuestros objetivos.
El no contar con este “pote” para situaciones inesperadas genera angustia, ansiedad y empuja a la persona a tomar decisiones equivocadas. Las emergencias se convierten en tragedia, en la mayoría de las veces, porqué no hay dinero para enfrentarlas. Es así como el hecho de que el televisor o el calentador dejen de funcionar ocasiona frustración al no saber de dónde sacar recursos para pagar su reparación.
Muchos se preguntan por dónde empezar cuando el presupuesto ya es pequeño. Hay dos alternativas, reducir gastos y/o aumentar los ingresos. Mientras se consiguen más ingresos, la reducción de gastos siempre es posible con acciones como cambiar el gimnasio por las carreras, preparar las meriendas de los niños y convertir las celebraciones importantes en reuniones familiares en casa.
Mientras va camino a casa en una grúa Marisol se promete a si misma poner en práctica lo que dice su padre acerca de mantener una reserva que permita sobrellevar los imprevistos con la tranquilidad de contar con los recursos para pagarlos. Y esto es algo que debe conversar seriamente con su esposo para que, entre los dos, se brinden apoyo para adquirir disciplina en el manejo de sus finanzas personales
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