Ernesto regresa a casa, luego de su jornada, y con preocupación le comenta a Carlota, “me inquieta el aumento de los precios mientras mi sueldo se mantiene igual, tenemos que hacer algo”. Carlota llama a su amiga y gurú financiero, Mariela, y le pide ayuda para encontrar oportunidades de ahorro en el manejo del hogar. Después de una larga conversación, Carlota está lista para recortar gastos en su cocina.
La cocina de un hogar se lleva buena parte del presupuesto familiar, por ser allí donde se da la satisfacción de la necesidad básica de alimentación. Es, por lo tanto, una de las áreas en las que hay que aplicar conceptos de uso racional de los recursos, presupuesto de gastos, compras inteligentes, gasto moderado y establecimiento de metas en la búsqueda de una mejor utilización del dinero.
Carlota elabora un menú semanal que le servirá de base para hacer la lista del mercado y con ello, evitar compras improvisadas. Adicionalmente, podrá utilizar mejor los alimentos al adquirir los de la temporada con mejores precios y frescura. Recuerda que tiene varios libros de recetas y es buen momento para revisarlos en la búsqueda de diferentes formas de preparar un mismo alimento.
“Debo retomar el hábito, un poco olvidado, de revisar y comparar precios cuando visito el supermercado”, piensa Carlota. Seguramente, desaprovechamos buenas ofertas al pretender hacer mercado en cinco minutos. En estos tiempos, se impone, incluso, la visita a varios establecimientos en nuestro afán de adquirir más y mejores productos con un presupuesto, cada vez más limitado.
El desperdicio de alimentos debe erradicarse de nuestras casas, comprando lo justo según el menú de la semana o mes. Por otra parte, los alimentos que sobran de una comida, pueden ser aprovechados y, con un poco de imaginación, servir de base para suculentas presentaciones, tales como croquetas, pastelitos y lasañas. Nuestros padres e Internet son una buena fuente de ideas para nuevas recetas.
En la medida en que tomemos conciencia de que en la cocina tenemos muchas oportunidades de ahorro, innovaremos en nuestras técnicas. Podemos darle a los alimentos la cocción requerida, usar las cantidades apropiadas, cuidar los utensilios de cocina y darles el mantenimiento preventivo adecuado. Hay mucho por aprender cada día en beneficio del presupuesto familiar y, con ello, del bienestar de los nuestros.
isabel.idarraga@gmail.com
Sígueme en Twitter @isabelidarraga
www.acn.com.ve/nacionales/nacional/17163-la-economia-entra-por-la-cocina.html
La cocina de un hogar se lleva buena parte del presupuesto familiar, por ser allí donde se da la satisfacción de la necesidad básica de alimentación. Es, por lo tanto, una de las áreas en las que hay que aplicar conceptos de uso racional de los recursos, presupuesto de gastos, compras inteligentes, gasto moderado y establecimiento de metas en la búsqueda de una mejor utilización del dinero.
Carlota elabora un menú semanal que le servirá de base para hacer la lista del mercado y con ello, evitar compras improvisadas. Adicionalmente, podrá utilizar mejor los alimentos al adquirir los de la temporada con mejores precios y frescura. Recuerda que tiene varios libros de recetas y es buen momento para revisarlos en la búsqueda de diferentes formas de preparar un mismo alimento.
“Debo retomar el hábito, un poco olvidado, de revisar y comparar precios cuando visito el supermercado”, piensa Carlota. Seguramente, desaprovechamos buenas ofertas al pretender hacer mercado en cinco minutos. En estos tiempos, se impone, incluso, la visita a varios establecimientos en nuestro afán de adquirir más y mejores productos con un presupuesto, cada vez más limitado.
El desperdicio de alimentos debe erradicarse de nuestras casas, comprando lo justo según el menú de la semana o mes. Por otra parte, los alimentos que sobran de una comida, pueden ser aprovechados y, con un poco de imaginación, servir de base para suculentas presentaciones, tales como croquetas, pastelitos y lasañas. Nuestros padres e Internet son una buena fuente de ideas para nuevas recetas.
En la medida en que tomemos conciencia de que en la cocina tenemos muchas oportunidades de ahorro, innovaremos en nuestras técnicas. Podemos darle a los alimentos la cocción requerida, usar las cantidades apropiadas, cuidar los utensilios de cocina y darles el mantenimiento preventivo adecuado. Hay mucho por aprender cada día en beneficio del presupuesto familiar y, con ello, del bienestar de los nuestros.
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