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Mostrando entradas de diciembre, 2011

La póliza de vida, protección para tu familia

Juan, padre de tres niños y principal proveedor de dinero a su hogar pregunta a Ernesto, ¿crees que necesito una póliza de vida? Este le responde así, ¿tienes ahorros suficientes para que, en caso de que faltes, tus hijos puedan cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, ropa y educación hasta completar la universidad? ¿Puede tu esposa generar suficientes ingresos para reemplazar los tuyos?  Si no cuentas con una protección financiera adecuada, la calidad de vida de tus queridos disminuirá drásticamente ante tu ausencia, especialmente, si eres quien aporta la mayor cantidad de dinero a la sociedad familiar. Para protegerlos, considera adquirir una póliza de vida que asegure la estabilidad económica para cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y educación.  Este instrumento puede servir como una vía para dejar una herencia a tus seres queridos, para cubrir los costos de impuestos de sucesión sobre los bienes dejados a tus hijos y esposa,

La ambición como motor para alcanzar tus metas

Raúl y Ernesto   son hermanos que están, uno comenzando   la universidad y   el otro a mitad de bachillerato.   Se apoyan mutuamente, comparten actividades extra escolares, son excelentes estudiantes, buenos compañeros, deportistas y anhelan tener un negocio relacionado con el deporte. Cuando hablan con otras personas de sus planes y lo que están haciendo para conseguirlos son llamados, con frecuencia y en tono despectivo, ambiciosos. La palabra ambición tiene dos connotaciones. Una está relacionada con el deseo desmedido de lograr poder, dinero y riquezas sin que importe el cómo y la otra se refiere a las aspiraciones   e ilusiones de disfrutar de   una mayor calidad de vida que llevan al individuo a fijarse objetivos. Es esta diferencia en la interpretación del término lo que ha llevado a que buena parte de la humanidad considere que ser ambicioso es pecaminoso por lo dejan a un lado sus fantasías de hacer algo distinto. Es normal que el hombre busque superarse a sí m